19 septiembre 2011

Apología Rock+noRock, vol. 1


“... Y sin embargo, se mueve”- Galileo Galilei
El hombre sabio, el investigador acucioso y el obsesivo compulsivo acostumbran revisar los pasos andados para cerciorarse que no dejaron cabos sueltos en el camino. Ustedes juzgarán en qué categoría caigo; yo... voy por un poco de los tres.
Lo que leerán a continuación no es un artículo R+nR, esto es Rock+noRock Redux (sí, me vale, llevo dos años queriendo utilizar apropiadamente la palabra redux en una oración).





Arcade Fire


En 2004 todos los medios, indie y no-indie, declararon unánimamente a esta banda como la mejor cosa desde la vacuna contra la polio. En sus primeros años, Arcade Fire, de origen quebequense, parecía estar compuesta por un grupo de menonitas renegados y virados a hipsters. Desde entonces se han sofisticado un poco, a grado de parecer una suerte de Blondie vagamente emo. Siendo menos majadero, diría que me recuerda a los entrañables aunque actualmente poco reconocidos Cocteau Twins (por lo menos las partes lideradas por Régine Chassagne, co-vocalista).

Antes de continuar, un par de precisiones:
1.- Quiero empezar diciendo que -técnicamente-, nunca declaré que Arcade Fire apestaba.
2.- Aunque inicialmente esta banda fue adoptada e idolatrada universalmente por hipsters, hay que decir que esto fue completamente accidental (o tal vez, una entre un millón, la hipsteriza le atinó); Arcade Fire no es, repito, no es una banda hipsterienta de las que tanto despotricamos aquí. Por el contrario, creo que es de las muy pocas bandas que se podrán recordar de esta década tan árida que nos ha tocado ver pasar.

Cabía en mi la suspicacia, después de todo, esta banda fue glorificada en innumerables ocasiones por la misma bola de imbéciles que suelen glorificar “la nueva cosa indie del día”, así que guardé prudencia.

Uno de mis motivos para ser suspicaz es, que su primer álbum se titula “Funeral” y, ¡en serio!, ¿quién le pone a un álbum “Funeral”?, es aceptable si se trata de una banda de metal gótico o darkwave/etéreo, pero en cualquier otro caso suena sospechosamente pretencioso y bastante emo; ¡en verdad!. Después, uno se entera que el título se debe a que durante la grabación del disco, los integrantes sufrieron la pérdida de varios seres queridos, y entonces uno se siente un poco cretino por haber pensado mal.

Mi otro motivo para sospechar era que, al bote-pronto, Arcade Fire me recordaba mucho a Sigur Rós, y el problema con Sigur Rós es, árdale a quien le arda, que es una banda con una sola canción, “Hoppípolla”, que es increíblemente bella, pero el resto de su música es más aburrida que el apio, sólo un hipster, más interesado en pretender que en la música, lo encontraría interesante (ya saben, del tipo “uh-uh, escucho rolas de 8 minutos de una banda sinfónica islandesa, soy -tan- original y sensible, ¡miren que intelectual, we!”). Es música linda, sí, pero después de dos tracks seguidos uno empieza a desear no haber nacido por el aburrimiento; aunque reconozco que es excelente para ir corriendo a la gente cuando la fiesta acabó.

“... Y mientras tanto, en el Salón de la Justicia”, o: Regresando de la divagación.



Bien. Arcade Fire NO ES puro oropel y nada de sustancia, por el contrario, son una banda bastante compleja y de ángulos contrastantes: solemne, sombría, incluso depresiva y dolorosa, sin embargo, también melodiosa, optimista e inocente. Pero no se confundan, definitivamente no es un grupo que quiera explotar el nicho de los idiotas adolescentes lastimeros y auto-flagelados de lágrima fácil, ¡no!. Esta banda logra exitosamente involucrarnos en una experiencia entrañable y a veces sobrecogedora; más cuando uno se pone a buscar el -verdadero- significado de sus letras, cosa que no recomiendo para nada. Cuando busqué la interpretación de “In the Backseat”, una de mis favoritas, terminé arropado hasta la cabeza y asumiendo posición fetal por dos días; lo más triste desde Remy (hint: no trata sobre faje)... así que, sugiero se apeguen sólo a las melodías.




Su primer LP, “Funeral”, es un “álbum concepto”; y quiero decir ¡uno verdadero!, no como los que suelen sacar algunas bandas para darse aires de grandeza, sólo porque ponen un puente abstracto en medio de todos los tracks. El “Funeral” en verdad cuenta una historia y parece haberse tejido como un todo desde el principio. -Es un disco excepcional y conmovedor-... y háganme caso en esto, porque no es algo que vayan a leer muy seguido por aquí.


Dejo a su consideración esta presentación en vivo de “In the Backseat”. En el performance, (min. 6:00) cuando la vocalista se desploma desvalida y es arropada por sus compañeros uno empieza a sentir que es demasiado barroco, cursi, muy tirado a lo emo, y es cierto, hasta que uno se entera que la canción habla sobre la muerte de la madre de Régine en un accidente de auto, y entonces uno empieza a sentir cómo la cara se le transforma en suela de zapato, cual dibujo animado.

Arcade Fire- In the Backseat


(Recuerdo que en esa secta donde accidentalmente caí, hicimos algo parecido, ¡caray!)


Algo completamente inusual en una bandita indie, es que su segundo álbum sea, si bien no tan bueno, por lo menos decente. Bueno, el “Neon Bible” va un poco más allá de lo decente. No tan brillante como el anterior, pero sigue siendo un muy buen álbum.

Desgraciadamente el tercero fue “el vencido”. “The Suburbs” (2010), es un poco decepcionante. Parece que conforme la banda fue sacando de forma artística su dolor, también perdió el dote fúnebre que la hacía tan especial. La banda muestra una cara mucho menos oscura; vaya, por lo menos verlos en vivo ya no induce al llanto.
Sin embargo, The Suburbs contiene Sprawl II (Mountains Beyond Mountains), una perfecta canción pop como poco se ha visto desde los '80. Adicionalmente se puede ver a Régine enseñando chamorrón y en actitud provocadora, en algo que sólo puede definirse como el periodo “Cindy Lauper Goes Amish”. En los dos videos presentados se puede apreciar la evolución antes/después, pasando de crónicas de velorio y elegías al recuerdo de sus años como mall-rats.

Arcade Fire- Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)


Ahora, aquí viene la parte de la reivindicación. Hago énfasis en ésto porque implica una parte fundamental del concepto original y contenidos de este blog, y siento que nunca he podido expresar con suficiente elocuencia.

Caso específico: Es muy probable que si revisan redes sociales dedicadas a música, encuentren etiquetado a Arcade Fire como Hipster y hasta Emo. Bueno, personalmente no lo veo así pero eso es irrelevante, el punto es que, si así lo fuera, ¡está bien!.
La hipsteriza fantoche es conocida por repudiar bandas al momento que estas alcanzan éxito comercial o mediático. Considero que eso es estúpido. Los artistas y su música, mientras se mantengan honestos y humildes, deben ser valorados no importando la fama o notoriedad ganada. Perder la característica de “subterráneo” no demerita en ninguna medida la calidad del artista.

Verán, parafraseando a un poco exitoso ex-seleccionador nacional de amargo recuerdo, “lo que me quiebra las pelotas”... del estilo de vida y universo musical hipster, es que se apresura a la alabanza insensata de bandas mediocres que no valen la pena... pero cuando sí lo valen, se les debe reconocer.

Los hipsters son como el mercado accionario, ambos se basan en meras especulaciones y valores inventados; de igual forma, éstos no aprecian la música por su calidad, sino por el charolazo de lo “alternativo” que aparenten ser, su imagen y algunas otras frivolidades.

Bien, Arcade Fire no es una banda de moda, no es una banda , es una banda que ustedes de verdad deben conocer si les gusta la música pues, como ya mencioné, es de las muy pocas que con los años vamos a poder recordar; de lo muy, muy poco de bueno que nos dejó la década pasada.

Al principio mencioné que éste no es un artículo R+nR, pues Arcade Fire no necesita presentación y, aunque sin culpa de ello, forma parte del catálogo hipsteriento ya conocido que... es justamente de lo que NO se trata Rock+noRock.
Sin embargo, si alguien aún no les conoce, puedo asegurarles que se han perdido de una experiencia musical muy interesante.

Apéndices:

a) Si ya conocían a Arcade Fire, como es probable, sepan que cuenta con nuestro apoyo total. Si aún no lo conocen, bueno, les deseo que hayan regresado con bien del exilio o del búnker donde pasaron en confinamiento solitario la década anterior. Ahora que nos acompañan de nuevo en la civilización, puede empezar visitando esta banda.

b) Mi querella con esta fea situación de -lo hipster- es que, aparentemente se ha perdido el norte en la manera en que solíamos apreciar la música. Hoy día, una banda parece valer más por el bullicio tramado en las redes sociales o por el peinado de los integrantes que por la música que hacen.

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