28 septiembre 2011

Soundtrack: Electric Dreams






La explotación de la banda sonora en las películas existe desde los anales del cine, pero fue a partir de los años setenta que esta sub-industria cobró auge y comenzó a brillar con luz propia. El soundtrack dejó de ser un producto secundario del cine y fue aceptado como un valor independiente.

Durante la década de los setenta, y hasta los noventa, hubo películas con bandas sonoras memorables (después, para el nuevo milenio, todo en la cultura popular se fue a la mierda). Muchas veces la película era infame, pero la banda sonora fue genial. Muy pocas tenían material totalmente original o inédito, pero por lo menos casi todas tenían temas contemporáneos. Pequeñas máquinas del tiempo que capturaron el espíritu de una época y que muchas veces no reciben el reconocimiento merecido.


La definición Rock+noRock de un buen Soundtrack es: Aquel que no necesariamente está compuesto por música escrita ex-profeso para la cinta, pero que sí ayuda a definir el filme y darle un carácter particular; aquellos donde la música juegue un papel preponderante.
Sólo consideramos Soundtracks, es decir, las canciones incluidas en alguna parte del filme, en anteposición al así llamado Original Music Score, que es la pista de acompañamiento de la cinta (generalmente instrumental), y que generalmente es buena para arrullarse.

Es importante en este punto recordar esos viejos soundtracks, pues son prácticamente un arte perdido. Después del año 2000 (aprox.) es muy difícil encontrar buenos exponentes, y desde luego, los pocos disponibles, lo son porque contienen música de años pasados. Ante la carencia de una cultura-pop suficientemente vasta, se ha tenido que recurrir al revival.

Yo soy de la idea de que estamos a buen tiempo de ejercer el arte del recuerdo porque, acuérdense de mí, dentro de 10 o 15 años, cuando intentemos recordar los años actuales, lo único que vamos a encontrar será un vano insignificante y confuso de unos años que no le aportaron nada a nadie... a menos que cuenten al reggaetón como aporte, yo diría que mejor nos apegáramos al soundtrack.

 Como primera entrada escogí un favorito personal:


 
 Electric Dreams.

Esta película de 1984 (uno de los mejores años en la música), recibió en español el funesto nombre de: “Eddy, la Computadora Enamorada”. En México su proyección fue muy exclusiva, no es que se considerara “Cine de arte”, pero sí se exhibió exclusivamente en cines pulguientos de suelo pegajoso.
Fue una película bastante boba, protagonizada por el Don nadie, Lenny Von Dohlen y Virginia Madsen, quien con los años logró algo de reconocimiento y sobrevivió lo suficiente para convertirse en MILF. La dirigió Steve Barron, excelente director de videos musicales a quien, si en 1984 le hubieran dicho que Electric Dreams sería su momento más fino como cineasta, probablemente se hubiera retirado. Se le conoce mejor por sendo par de churros: Las Tortugas Ninja, la película, y los insufribles Coneheads.

Electric Dreams es una variante rosa de la vieja escuela cyberpunketa de computadoras auto-conscientes convertidas en psicópatas.

Sinopsis: Un torpe arquitecto compra una computadora que cobra vida tras un accidente etílico y en un inesperado giro telenovelero, ambos terminan compitiendo por el amor la la misma mujer. No, sí leyó bien, la PC bajándole la novia al protagonista. Uno pensaría que esto fue demasiado, pero entonces uno recuerda “La Generación de Proteo” (Devil Seed, 1977), donde -una casa inteligente- ataca sexualmente al ama de casa desesperada que la habita. No se puede caer más bajo.
Por lo ya mencionado, si pueden rebajar la racionalidad al mínimo por unos 90 minutos, Electric Dreams es una historia de amor más o menos potable con la que muchos se pueden identificar, y sí, tiene algunas escenas cómicas memorables.
A pesar de todo, “Eddy, la Computadora Enamorada”es importante porque es una semblanza paradigmática de la estética de la época. En Rock+noRock la consideramos como un mini-clásico de culto y una influencia personal muy importante. Además es un tierno ejemplo de inocencia y optimismo ochentero, cuando pensábamos que para el 2010 las computadoras ya estarían resolviendo nuestras vidas, cuando la realidad es que seguimos batallando para que cumplan con lo mínimo que están destinadas a hacer.

Ahora sí, pasamos a la música.

Si cierran los ojos, las vocales profundas y ligeramente roñosas recuerdan a las de Tina Turner (o las de Alejandra Guzmán, ya si quieren ser ojetes). Si esta casi perfecta canción pop hubiera sido de la morena piernuda, habría sido un hit, pero como la desconocida Helen Terry se parece más a John Travolta en Hairspray, bueno... los ochenta no perdonaban la grasa corporal.

Helen Terry- Now You're Mine



Jeff Lynne es un sujeto que por su cuenta no hizo mucho, pero colaboró con varios grandes durante los ochenta. Este video recrea vívidamente el estilo bobalicón de muy a principios de ésa década. Sin mencionar el video, aparentemente dirigido por Viruta y Capulina... ¡terrible!

Jeff Lynne- Video



A continuación, dos de las que probablemente sean dos de las mejores y menos apreciadas canciones de Culture Club.
Dentro de lo malo de la trama y lo absurdo de Electric Dreams, hay que reconocer que tenía algunos detalles que estaban muy adelantados a su tiempo, como este excelente clip a manera de video musical que fue insertado en medio de la película y que ya lo hubiera querido MTV. ¡Genial!.

Culture Club- The Dream



Otro bonito ejemplo de esa filmografía como de video de MTV en la película es esta secuencia, que es un fragmento original no un video individual. Preciosa canción que captura desde el principio y una letra que pide a gritos ser dedicada.

Culture Club- Love is Love



Un himno ochentero de Phil Oakey (de Human League) y el genio Giorgio Moroder. Se trata de un video que bien sirve como trailer. Esta secuencia es la clásica gringada hollywoodense con espíritu uplifting pero, no se puede negar que funciona.

Phil Oakey & Giorgio Moroder- Together in Electric Dreams



Y de postre, una de las más curiosas escenas.  "Eddy" coqueteando con la protagonista.

Giorgio Moroder- The Duel


Comparte este artículo en...
Twitter Facebook Stumbleupon Delicious Digg Favorites More

0 Échate un solo de teclado (...comentarios):

Publicar un comentario

IMPORTANTE

Apreciamos tu participación y apoyamos la libertad de expresión, por lo que NO tenemos una política de moderación de comentarios. Todas tus manifestaciones de simpatía y aporte son bienvenidas.

Las opiniones contrarias a las manifiestas en este blog también serán aceptadas y respondidas. Sin embargo, si éste es el caso, R+nR no tolerará sinvergüenzas sin rostro; por lo que NO SE PUBLICARÁN mensajes bajo CUALQUIER NIVEL de anonimato.

No es necesaria una cuenta de Blogger, pero tener un blog, web o
perfil social válido y verificable es necesario para publicar.
Lamentamos el inconveniente, pero consideramos necesario combatir la
cobardía apócrifa. Si tiene opiniones fuertes, hágase responsable por ellas.

Gracias.

Artículos Relacionados Rock+noRock